Para hoy tenía otro tema. Pero puesto que no ando muy lúcida y esa entrada merece que tenga mis cinco sentidos puestos en ella, prefiero esperar a mejor ocasión.
Hace un tiempo me planteé esta pregunta y hoy ha vuelto surgir en mi loca cabecita.
¿Realmente vale la pena luchar por lo que quieres? ¿Reamente vale la pena seguir defendiendo lo que pensamos? ¿Realmente vale la pena hacer el esfuerzo que hacemos?
A veces me siento sola en este camino. Hoy es uno de esos días.
A veces pienso que de nada sirve mi lucha.
A veces pienso que de nada sirve que cada día esté aquí inventando historias para contarles.
A veces pienso que esto no va a ningún lado. Que mi vida no tiene sentido.
Esta mañana he asistido a la última sesión de un curso que estaba realizando. No viene al caso el tema.
Y ayer asistí a una jornada sobre emprendedores. Ya saben, me afectó la crisis en primera persona y hay que sacar las castañas del fuego.
Venía hacia casa con un proyecto, con una idea. No les puedo adelantar nada, porque es solo eso, una idea. Por supuesto que tiene que ver con los toros.
Pero de repente, me he derrumbado. He pensado que para qué seguir aquí.
A veces confías en la gente, a veces lo das todo por la gente. Y de repente, te fallan. De repente aquello que pensabas sólido, se desvanece.
Me ha pasado multitud de veces y con muchas personas. A veces me planteo si tendré yo la culpa.
Ya no tengo fuerzas para seguir confiando en la gente. Ya no tengo fuerzas para seguir adelante. Ya no tengo fuerzas para sonreir. Ahora que había empezado a hacerlo de nuevo.
En estos momentos, de nada me sirven las palabras de ánimo, de nada me sirven las palabras de consuelo.
No llevo una buena temporada, ya lo saben. Tengo mis altibajos, como todo el mundo, pero en mi caso son brutales.
Y estoy cansada de que eso afecte a mi vida cotidiana. Estoy cansada de estar bien hoy y mañana quererme morir.
Perdonen que hoy haya abierto mis sentimientos hacia ustedes. Pero es que hoy lo necesitaba mas que nunca.
Vale la pena luchar por lo que quieres si es loq ue realmente te hace feliz!!hay que ser optimsta buscar la felicidad en cada cosa que hacemos y poner pasión en ellas!
ResponderEliminarNo vale caer en el pesimismo! ya sabes, pata palante! y a recibir la vida con veronicas de arte!
Te dejo unos enlaces de un fenómeno que no sé si conocerás, pero lo que enseña a mucha gente le cambió la vida,yo tuve la suere de que me diese clase merece la pena, un abrazo! Ayala67
http://www.blogovic.com/vernoticia.asp?id=401
http://blogdejano.blogspot.com/2010_03_01_archive.html#8017702358225939257
Muchas gracias Pedro. Todo eso lo se y lo intento llevar a la práctica, pero cuando me da el bajón no se que me pasa que soy incapaz de pensar en positivo.
ResponderEliminarUn abrazo
La semana que los cullerenses muestran su devoción a su patrona, la Virgen de la Encarnación, uno de los momentos más emotivos de esta semana es la NOCHE DE LA AURORA.
ResponderEliminarAmparito eres el lobo con piel de corderito.
Conozco muy pero que muy bien ese momento, lo he vivio muchas veces en mi vida. No se a que te refieres con eso del lobo, anónimo.
ResponderEliminarhola Amparo: Acabo de leer tu articulo, Ya sabes que soy mayor que tu tanto como el doble digo esto por que la vida tiene altibajos lo mejor tener paciencia dejar que el tiempo pase pues despues del mal tiempo viene la calma asi que animo y al toro un saludo de tu amigo Paco ( Sillero )
ResponderEliminarJoer Amparo!!!, pues claro que merece la pena!!!. Ya está bien de esta actitud tuya. Te estás haciendo mucho daño a tí misma y estás cayendo en una autocomplacencia muy peligrosa. La vida no es fácil para nadie así que ánimo y al toro!.
ResponderEliminarPaco, casi como el doble no, jeje, mas mayor, si. Gracias por tus ánimos.
ResponderEliminarAnónimo, no es cuestión de mi actitud, es cuestión del estado en el que me encuentro. No soy capaz de luchar, pienso que no vale la pena tanto esfuerzo. Me he cansado de confiar en la gente. Pero gracias por tus ánimos.
Amparo llevo desde la tarde de ayer dándole vueltas a esta entrada. Quizá con haberte enviado un hola! ya me hubieses entendido. Estoy a tu lado. Los Toros, en esta ocasión, me están sirviendo de terapia para soportar el crimen originado por el terrorismo financiero.
ResponderEliminarPero al Yuntero no se le mata con ruinas y menos si tiene un amigo, su amigo "solanera", que es capaz de crear estrofas como ésta:
Dejad que hable a la tierra,
lo dice porque hablarle sabe.
Del ubio y del yugo, lenguaje.
Ayuntando mis mansos bellos,
dejad que la tierra are,
are con amor de hombre,
are con amor de padre.
Lo dice mi yuntero
y el niño yuntero.
De Miguel Hernández
Es una décima que a "solanera" le ha salido del corazón y que te la dedica sin haber sido aún publicada.
Me permites un beso...? Yuntero
Muy bonito Yuntero Lozano Alhamar
ResponderEliminarTe explico Lozano Alhamar:
ResponderEliminar"solanera" es muy critico tanto con Miguel Hernandez poeta, como con Miguel Hernandez hombre.
De tanto estudiarlo, de tanta analizarlo ha llegado a meterse dentro del personaje de tal manera que lo ha convertido en su idolo, teniendo en la actualidad una importante obra poetica alrededor del huido cabrero de Orihuela, del abanderdo de la España imposible, del Delegado Gubernativo de la Jaen bombardeada y del alma mas importante de su generacion. Tal vez y debido a su muerte prematura, aun dejando un gran legado poetico, es muy posible que lo mejor se lo llevara con la muerte.
Lo estan usando como señuelo politico, como lo usaron en la inhumana y fraternal guerra sus alineados.
Posiblemente de haber vivido nos hubiera contado su gran verdad, como ya apuntara en el "Niño Yuntero" y en la elegia al maestro "Sitje".
"solanera" y yo (el Yuntero) aunque nos enseñaron a odiarlo, estamos aprendiendo a querer a Miguel Hernandez, pese a saber muchas cosas de el impublicables. Desde el silencio.
Gracias Lozano Alhamar.
Saludos de Yuntero.
Muchas gracias, Yuntero por tus palabras, por estar ahí. ¿Sabes que pasa? Que cuando peor me encuentro, cuando siento que he tocado fondo, de repente aparecen seres maravillosos que me hacen ver que si que vale la pena seguir luchando. Gracias. Por supuesto que te permito un beso... y dos.
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