domingo, 28 de agosto de 2011

Brindis emotivo... y mucho más


Ayer recorrí 115 kilómetros para llegar a Chelva. Una Plaza de Toros de la Provincia de Valencia que todavía no conocía.

Valió la pena.

Ayer Sergio Ferrer tomaba la alternativa de manos de Vicente Barrera siendo testigo José Calvo.

Cuando vi el cartel no dudé en que iría. Mis dos toreros juntos. Y el añadido de que Sergio Ferrer fue con quien toreé por primera vez una becerra.

A pesar de que esta última semana la incertidumbre sobre la reaparición de José Calvo era patente tras la grave cornada del pasado sábado, el viernes sobre las 16 horas el muro del Facebook del torero anunciaba que estaría haciendo el paseillo en Chelva.

Un poco mas de media Plaza con una temperatura mas que agradable después del sofocante calor de los últimos días. Parece que hasta el tiempo quiso aliarse con la tarde que se esperaba.

Solo José Calvo comenzó el paseillo con la montera sobre su cabeza, el doctorando iba desmonterado, es obvio, pero me llamó la atención que Vicente también llevara su montera en la mano.

Los toros de Mariano Sanz bastante justos de fuerzas, dieron algunas volteretas y caían mas de lo debido.

Sergio Ferrer cortó una oreja en el toro de su alternativa y dos en el que cerraba la tarde.

Vicente Barrera cortó las dos orejas de sus dos oponentes y la gente le dio las muestras de cariño que merece en el año de su despedida. Lleva una racha imparable. Plaza en la que torea, abre la Puerta Grande. Y lleva unas cuantas este mes de agosto.

Y José Calvo, en su primero a penas tuvo opción. Nos sobrecogió la voltereta que parecía que presagiaba una nueva tragedia. Pero no. Ahí siguió toreando como sabe.

Y en el segundo, armó la marimorena. Es difícil expresar con palabras lo que se sintió ayer. Ese toreo a cámara lenta. Ese saber estar. Esos naturales interminables.

Y la puntilla y nunca mejor dicho, fue el detalle que marcó a todos los asistentes.

Fue el propio José Calvo quien ante la desesperación de su tercero, agarró la puntilla y con un par de … le arreó tal puntillazo que dejó KO al toro y estupefactos a los espectadores.

Esa faena era digna de dos orejas y rabo. Merecidísimos.

Y ahora preguntarán porque el título de esta entrada.

Bien fácil.

Muchos de los compañeros de Vicente Barrera brindan sus faenas al diestro valenciano en reconocimiento a su trayectoria y su carrera.

Ayer tanto José Calvo como Sergio Ferrer brindaron la muerte de uno de sus toros a Vicente.

Pero para mi el brindis de José Calvo tuvo un significado muy especial. Cuando lo recuerdo aun me emociono. Ufffffff.

Vicente Barrera fue, es y será siempre mi torero. Lo saben. Pero ese brindis para mi fue como un relevo. Un reconocimiento a toda una carrera. Un homenaje a tantos triunfos. Y ese reconocimiento se lo hizo uno de los pocos toreros que es capaz de emocionarme como lo hacía Vicente.

Desconozco lo que le dijo José en su brindis. Pero si que escuché a Vicente en el quinto de la tarde desearle suerte a José. Y para mi eso fue......... No tengo palabras para expresarlo.

Se habrán dado cuenta de que el acontecimiento de ayer era necesario que lo compartiera con ustedes.

Se habrán dado cuenta de que todavía queda una luz al final del tunel.

Y se habrán dado cuenta de que Demediterráneo y Oro sigue vivo.

Y eso es gracias a mis dos toreros.

Y a las muestras de cariño de los toreros de plata que torearon también ayer.

Mil gracias, chicos, por hacer que recupere, aunque sea por un momento, mi sonrisa!!!!!