viernes, 1 de abril de 2011

Me siento un bicho raro


Así me siento últimamente. Y así me sentí ayer cuando salí por la puerta de la Plaza de Toros de Castellón.

Si, ya se que había dicho que no pensaba volver hasta el domingo, pero es que no tengo remedio y si me proponen pasar un día en Castellón, comer en el Mesón de la Tapa y asistir a la corrida estrella de la Feria de la Magdalena, no podía decir que no.

Era una tarde de expectación y los tendidos casi llenos. Hasta los balcones de las fincas colindantes pusieron el cartel de no hay terrazas libres.

Me senté en mi localidad sin ningún prejuicio. Me refiero a que olvidé todo lo que ocurrió en la Feria de Fallas, donde torearon los tres figuras que ayer hicieron el paseillo.

He dicho muchas veces que todavía no había visto en directo al Morante de la Puebla que todos me cuentan. Y pensé, hoy es el día.

Observé las faenas de los tres matadores. Me cabreé cuando vi ese torito que parecía una rata. Hasta yo que soy una "burra" en estos temas, me di cuenta.

Aguanté los cubatas y los puros de mis compañeros de tendido, las idas y venidas por la escalera.

Sin embargo disfruté de la maravillosa Banda de Música.

Antes de escribir estas lineas, he leído algunas de las crónicas que pululan por ahí. Cosa que no es habitual en mi.

Pero les confieso que yo no sentí nada de lo que han contado.

Ni sentí que la faena de El Juli fuera maravillosa, si sentí que la de Manzanares fuera sublime.

Si, se cortaron cuatro orejas, dos para cada uno de estos matadores en un toro.

Y si, se que Castellón es una Plaza de segunda, donde la exigencia debe ser menor.

Pero para mi, fueron absolutamente excesivas. Y eso formará parte de las estadísticas.

Reconozco que la estocada de Manzanares fué un "estocón". Recibiendo. Así lo intentó en Valencia y no le salió bien.

Me da la impresión de que el diestro de Alicante ha debido incluir en su repertorio para esta temporada esta suerte de matar.

Pero yo salí de la Plaza y dije que lo mejor para mi, había sido Morante de la Puebla. Por supuesto en el primero de su lote, porque el segundo no fue toro ni na.

Y voy a romper el tradicional sentido de mi blog y diré que yo solo vi a dos matadores dando pases y mas pases. Sin ligazón. A un torero saliéndose de su guión. A unos matadores toreando muy despegados.

Pero sobretodo no sentí ninguna emoción. Mis vellos en ningún momento se erizaron. Ni sentí un escalofrío en mi interior.

Y pensé que yo no he visto lo que los demás han visto. ¿Será que yo no se de toros? Será.

5 comentarios:

  1. Aqui habemos muchos Amparo, que cada tarde salimos de las plazas sabiendo cada dia menos de toros. No eres la unica "bicho raro".
    Un saludo.

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  2. Me quedo mas tranquila, Marín.
    Un saludo

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  3. No saben "ná" tus huesos!

    Yuntero

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  4. Amparo:
    Lo siento mucho, pero lo tuyo ya no tiene cura. Yo he ido a buenos médicos y en lugar de curarme, cada día tengo más la sensación de haber estado en otras plazas, en otra corrida y en otro día diferente al que cuentan otros. Yo ya me he resignado.
    Un saludo
    PD: Lo de contarlo no te cura, pero ayuda mucho en el tratamiento

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  5. En fallas un amigo mio al salir de la plaza el dia del fiasco ganadero de los toritos de Enrique Ponce, dijo " quien mas entiende de toros es mi mujer , que no ha veniooo hooyyy ....

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