No hay unión

Aquí me encuentro, en mi “retiro” campero, escuchando a El Bicho, sintiendo frío y oliendo a viña.

Y poco a poco voy viendo las cosas mas claras. Y me duele mucho decirlo, pero es cierto. En el mundo de los toros, no hay unión.

La Tauromaquia es apasionante porque es tan bella, que engloba muchas vertientes. No solo es bello un natural, no solo es bella una verónica, no solo es bello ver como embiste el toro, sino que también es bello observar un cuadro, leer una biografía taurina o admirar una escultura de Benlliure.
Todo es Arte.

Y la Tauromaquia es tan amplia, que aquí caben los toristas y los toreristas, los que admiran a los figuras y los que admiran a los “modestos”, los que disfrutan escuchando un pasodoble y los que no, los que van a la Plaza y los que ven los toros en Televisión, los que escuchan programas radiofónicos y los que no, los que escriben en foros y los que no, los que escriben en un blog y los que no, los que utilizan internet como una herramienta de comunicación y los que no, los que son mayores y los que son jóvenes, los que son hombres y las que son mujeres. Todos y todas.

Existen miles de Peñas Taurinas, Asociaciones, Federaciones, aficionados anónimos, debates, programas, portales taurinos. Y detrás de ellas, existen personas. Pero no hay unión.

Pero es que el toro no entiende de política, ni de economía, ni de celos, ni de envidias, ni de protagonismo ni de tantas y tantas cosas que en este mundo de los toros existe. El toro solo sabe vivir en el campo y salir al ruedo y embestir y humillar.

Mientras esto se nos olvide, seguirá sin haber unión. Y es una pena. Porque vamos a echar a perder tantas y tantas cosas buenas.

Pero como gracias a Dios, todavía sigo soñando, seguiré aquí, manchando las hojas con letras y esperando a que algún día, regrese la Magia que nunca debió marcharse.