martes, 12 de enero de 2010

Mientras oigo llover

Aquí estoy en casa. Esta tarde lluviosa que invita a no salir. Y si quieren que les diga la verdad, acabo de empezar a teclear el ordenador y no se de que les voy a hablar. Dejaré que mis dedos escriban solos.

A lo largo de esta mañana, mi cabeza daba vueltas buscando algún tema del que hablarles. Algunos, si que tenía. Pero tal vez sean demasiado tristes.

Ayer me contaron que este pasado fin de semana como consecuencia del temporal, fallecieron sepultadas por la nieve unas cuantas becerras de la Ganadería Vitorás.

Y pienso en la debilidad de ciertos animales, en la debilidad de ciertas personas, entre las que me incluyo. Que muchas veces no sabemos sobreponernos ante las adversidades.

Estos últimos días recuerdo que justo hace un año, andaba muy atareada preparando la charla de Jóvenes y Toros que impartí en el Colegio de Médicos. Estaba preocupada porque era la primera vez que me enfrentaba a un acto de tal envergadura.

Y recuerdo el apoyo que me mostró mi gente, aquellos que en esos días estaban a mi lado. Y recuerdo la ilusión con la que ciertas personas del Foro El Albero me ayudaron, dándome ideas.

De todas aquellas personas, solo unos cuantos permanecen a mi lado. El resto, han desaparecido. Y me da pena.

Siento que no encuentro razones para explicar que ha podido ocurrir para que tan solo en unos meses, todo aquello se desvaneciera.

Y pienso en la manipulación. En aquellos que utilizan ciertas "artes" para desvirtuar la realidad. Y pienso en aquellos que se dejan manipular.

Pero al final de todo, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Y como en las películas, siempre ganan los buenos. Deben ganar los buenos.

Y por eso, mientros escucho la lluvia en el cristal de mi ventana, recuerdo aquellos buenos momentos que tal vez no regresarán. Pero mantengo la esperanza firme en aquellos que vendrán y que seguro serán mejores.

Es lo que nos queda. Seguir esperando.

7 comentarios:

  1. Siempre ganan los buenos, esta claro.

    Un saludo.

    Montero.

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  2. Qué alegría me da leerte por aquí y por allí, Montero. Muchas gracias.

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  3. Amparo, me encantas como improvisas, como sientes el mundo taurino, como escribes,..... En definitiva me encantas tú.

    Un fuerte abrazo,
    Lucero

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  4. Lucero, que me voy a poner colorada, jeje. Gracias

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  5. Amparo, yo también me he sentido un poco defraudado, pero bueno, la gente es así, ya sabes.
    Supongo que te habrás dado cuenta de que tú y yo seguimos estando ahí, por lo tanto ¿qué más se puede pedir?
    Los Reyes aparte de una bufanda, me dejaron sueños, miles de sueños, así que nada, a seguir PALANTE!!!

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  6. Es una pena Amparo pero tienes nuevos amigos...

    Michel

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  7. Por supuesto, Iván, tu y yo SIEMPRE seguiremos estando ahí. Sueños para cumplir, ilusiones que mantener, vida para vivir...

    ¿Sabes que pasa, Michel? Que a veces la vida te pone a gente en el camino por la que de verdad vale la pena luchar y otras veces... Gracias por haber entrado en mi vida

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