El famoso mano a mano

Pues va a ser que hoy también voy a hablar yo del tantas veces comentado mano a mano Enrique Ponce - José Tomás.

A ver por donde empiezo. Porque hay mucho que decir o que callar.

Ambos toreros son considerados los máximos "figuras" del escalafón actual. A Ambos se les pueden poner "peros".

Lo que está claro es que ambos despiertan pasiones, tanto a favor como en contra.

Y como en el fútbol, que nadie puede ser del Barça y del Madrid a la vez, en raras ocasiones puedes encontrar que a alguien a quien le guste ambos matadores.

Uno representa la tradición, la belleza de los pases, el conocer casi todos los animales a los que se enfrenta. El otro, representa el valor, el riesgo, la quietud.

De uno, dicen que utiliza ciertas "mañas" para hacer que todos sus pases queden bonitos. Del otro, que solo se enfrenta a las ganaderías que elige y en plazas determinadas.

A uno, no le importa torear ante las cámaras de televisión. El otro prefiere hacerlo sin ellas.

Pero todo esto, ustedes ya lo saben. No voy a ser yo la que se lo descubra ahora.

Con uno he tenido la suerte de hablar en varias ocasiones. Al otro, ni me he podido acercar.

Pero ya deben imaginar que yo no juzgo a los toreros por sus actos fuera del ruedo, sino por lo que veo dentro de él.

Y lo que si les puedo decir es que uno jamás me ha emocionado y el otro me ha hecho vibrar muchas veces.

Y para mi, eso es lo mas importante de mi afición. Aquello que me hace sentir.

Me parece genial que se enfrenten cara a cara, que se jueguen la vida en un coso, que demuestren su Arte ante el público que tenga la suerte de verlos.

Lo que no me parece bien es que se utilice este posible evento para crear rencillas, para contruir malentendidos.

Me parece bien que se utilice este evento para levantar la Fiesta allá donde se la quieren "cargar".

Lo que no me parece bien es que se impongan condiciones para que esto se lleve a cabo.

Me parece bien que traten de llegar a un acuerdo. Lo que no me parece bien es que sean los apoderados los que se enfrenten.

Me gustaría y sería de señores que fueran ellos solos, que son capaces de enfrentarse a un toro, que se enfrenten ante una buena paella valenciana o ante un buen cocido madrileño.

Estoy segura de que llegarían a un acuerdo y que ese ansiado mano a mano se celebraría en una Plaza de Toros.

Pero claro, deberé seguir soñando.