martes, 24 de enero de 2012

Una labor difícil

Hace unos días, recibí una llamada de teléfono. Y al día siguiente recibí un mail.

Ambos eran de personas diferentes. Pero los dos me ofrecieron una labor que yo nunca había desempeñado.

Al principio, me hizo muchísima ilusión que hubieran pensado en mi. Después recayó sobre mi cierta incertidumbre.

Pasaron los días y dicha duda se convirtió en cierta responsabilidad.

Estarán preguntándose cual es esa labor tan difícil que me encomendaron.

Me ofrecieron ser jurado de sendos Concursos para Aficionados Prácticos.

El pasado domingo asistí a la primera jornada.

Me senté en la grada y anoté datos en una libreta azul.

Les confieso que me sentí muy cómoda.

Pero por momentos, y mientras pasaban los minutos y entre muletazo y muletazo de los participantes, mi cabeza pensó.

¿Qué narices hago yo aquí evaluando?

Una persona se sentó a mi lado y me dijo: anota lo que tu sientas.

Y lo que sentí es que hay que tener muchísima afición para ponerse ahí delante de un animal.

Que hay que tener algo especial para sin ser profesional, pasar el tiempo libre aprendiendo a torear.

Y que será muy complicado dar el nombre de un triunfador.

Porque solo por el hecho de haber participado, cualquiera puede sentirse vencedor.

Pero obviamente solo uno podrá llevarse el trofeo.

Aunque para eso, habrá que esperar un par de semanas.

6 comentarios:

  1. Realmente es un cargo de mucha responsabilidad si

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  2. Amparo:
    ¡Qué grande eres! Me encantan esas peleas internas y las reflexiones de las personas honestas, primero con ellas mismas, para serlo con los demás.Olé.

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  3. Bueno, anónimo, para mi lo es. En realidad hay jurados mucho mas importantes que toman decisiones de mayor valor, que se toman poco en serio la labor que desempeñan.

    Ay, Enrique. Mi problema que siempre he sido mucho mas exigente conmigo misma que con los demás... Y la verdad es que es complicado, eh? Afortunadamente la decisión no depende de mi sola.

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  4. Amparo, cuando se decide contar con tu veredicto, es porque se sabe ese alto sentido de responsabilidad. Dar puntos… los da cualquiera con un mínimo de conocimientos, pero juzgar con los criterios que mencionas en el texto, no.
    Esto no es “La Zapatilla de Oro”, aunque entiendo que te sientas como juzgando la faena de la temporada, pero se trata de disfrutar, cada uno en lo suyo y estoy seguro que así será.
    Espero haberte aclarado que narices haces hay evaluando, porque nosotros lo tenemos muy claro.

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  5. Amparo eso es muy bonito y la forma en que lo miras desde tu interior más aún.
    El Toreo es un sentimiento y por tanto tu consejero y tú vais en una linea que yo comienzo a envidiar de nuevo.

    Se echa uno obligaciones, y basado en el espíritu crítico acentuado por los males que asedian a la Fiesta, acaba por olvidarse de esa forma espiritual de ver y concebir el Toreo.
    Sigue ahí para que los "Don Perfectos" te sigamos envidiando. Yo, todavía me hago a diario "un toro de salón".

    Saludos de Gil de O.

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  6. Gracias, Ciace. Ya ves, si al final tendré que pedir yo también derechos de imagen, jeje. Noooo. Que yo lo hago por afición. Y te haré caso, me dejaré llevar y disfrutaré de cada muletazo en aquella Placita de la montaña en un poquito menos de un mes. Por cierto, el domingo conocí a un amigo tuyo, al que espero volver a ver el próximo 19 de febrero.

    Gracias, Gil de O. Si es que es verdad, el Toreo es puro sentimiento. La lástima es cuando se convierte en algo pecuniario y se olvida el verdadero sentido de esto. Uy, hace poquito cogí una muleta de nuevo, pero solo al viento. Enfrentarse a una becerra, ya se lo dejo a otros. Pero al menos puedo sentirme orgullosa de que yo también pisé el ruedo.

    Saludos a los dos

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