
Anoche leí el libro "Sentimientos de una pasión (Hoy, ya no es ayer), escrito por Julián Maestro.
Hace varios años coincidí en la red, a través de un foro taurino de un portal taurino con una persona que firmaba con el nombre de Julián Maestro.
Por sus escritos nocturnos, deduje que era profesional taurino.
Nos deleitaba en esas noches oscuras y solitarias con unos escritos repletos de sentimiento.
Un tiempo más tarde, leí el libro "Adiós, Príncipe, adiós" de Antonio Olano sobre el desaparecido José Cubero "Yiyo", en el que se mencionaba a los "Príncipes del Toreo", el propio "Yiyo", Lucio Sandín y Julián Maestro.
Ese nombre me era familiar. Y pensé que sería el mismo que escribía aquellas delicias en el foro.
Hace menos tiempo, lo encontré en Facebook, lo agregué y hemos compartido algunos mensajes desde entonces.
En el año 2005 auto editó este libro y le pedí información sobre como conseguirlo.
Me dijo que ya no lo iban a editar. Me desilusioné.
Pero al poco, Julián Maestro, en un acto de generosidad, compartió en dicha red social, el contenido de tan preciado tesoro.
Esperé a que lo compartiera completo, lo copié, lo imprimí y lo encuaderné en gusanillo.
A mi no me gusta leer mucho en una pantalla de ordenador. Prefiero hacerlo sentada tranquilamente en mi sofá, relajada, tranquila y oliendo a incienso.
Tenía este documento varias semanas preparado hasta que llegara el día en que me encontrara inspirada para leerlo.
Ese día fue ayer.
Empecé con su biografía, la introducción y los 25 capítulos de los que consta.
No pude parar de leerlo. Y se me hizo corto, muy corto.
Con un lenguaje sencillo, fácil, coloquial y ameno fui devorando una hoja tras otra, hasta que el reloj dio casi la 1 de la madrugada.
Julián dice en la introducción que no es nadie, ni Maestro de nada, solo de apellido. Pero eso no es cierto.
Julián ha sido capaz de abrirse a todo aquel que ha querido leer su historia. Ha sido capaz de transmitir sus éxitos, sus ilusiones, sus decepciones, sus triunfos, sus fracasos.
Sería incapaz de destacar algo de entre todas las páginas. Es imposible. Porque cada letra, cada palabra, cada frase tiene su interés.
Pero si que me gustaría contarles algo que me dejó pensativa.
El habla de que el miedo tiene olor. Si, como lo leen. Hay sentidos que no se ven, que no se oyen, que no se huelen, que no tienen sabor.
Pero decir que el miedo tiene olor me dejó muy sorprendida. Porque ese olor que él explica, para mi es sinónimo de ilusión y de esperanza cada tarde que acudo a una Plaza de Toros y paso cerca del Patio de Cuadrillas.
No quiero desgranarles mas sobre el libro, porque les aconsejo que lo lean. Si son usuarios de Facebook busquen por el título del libro. No se arrepentirán.
A mi, me ha encantado.
Y estoy esperando con ansia la segunda parte, que según Julián anunció, escribirá en breve.
Muchas gracias, Julián por compartir tan de verdad lo que sientes, torero.