La tarde de hoy ha sido histórica en la Plaza de Toros de Valencia.
Lo que ha dado de si la excelente novillada de El Parralejo con dos vueltas al ruedo de dos novillos.
No voy a ensalzar el faenón de Román, porque no puedo expresar con palabras lo que he sentido.
Había que vivirlo.
Solo tienen que pasearse por la red para leer lo que todo el mundo ha dicho de él.
¡¡¡CUMBRE!!!
Hoy hemos salido todos de la Plaza toreando. Dándonos la enhorabuena unos a los otros.
Todos coincidíamos en que habíamos vivido una tarde de la que se hablará en mucho tiempo.
Una tarde que ha destacado sobre todo por la emoción de los novillos.
Sin palabras.
Pero hoy la Presidencia, y que me perdonen tanto el Presidente y el Asesor, a los que conozco personalmente y uno de ellos fiel seguidor de este sitio, se ha equivocado.
Esta tarde y ante las cámaras de Televisión y visto por toda España, le han negado una segunda oreja de ley.
La estocada hasta la bola ya era por si merecedora de premio.
Después de una faena en los medios, templada, con valor y con variedad.
Y me dicen que no se ha concedido porque el novillo ha tardado en caer.
Válgame Dios!!! Eso es signo de bravura!!!!!!!!
Y para nada culpa del torero, quien era absolutamente merecedor de abrir la Puerta Grande.
Comprendo que después de los regalos del pasado domingo, quieran ponerse más duros.
Pero justamente ha tenido que pagarlo el que menos lo merecía.
Que conste que esta es solo mi humilde opinión. Aunque creo que la comparto con mucha más gente que hemos presenciado el festejo.
P. D: Perdóname por esta entrada, pero te he dicho que tenía que expresar lo que sentía. Espero que sigas leyéndome, y si me equivoco alguna vez, que seguro que serán muchas, me rectifiques.
amparo, todas las cronicas que hemos leido mi marido y yo de esta tarde dicen lo mismo que tu,si este novillero continua con esta disposicion de hacer las cosas bien,puede ser un torero con futuro.el tiempo lo dira.suerte ROMAN.....
ResponderEliminarCreo que todo el mundo coincidimos en lo mismo, Raquel. Espero que así sea porque a este chiquillo lo conozco desde que empezó en la Escuela y tenía algo que me atrapó. Confío en que no cambie ni su manera de ser ni en su concepto del toreo. Y sobre todo, en que llegue muy lejos. Porque Valencia necesita un revulsivo nuevo. Necesita un torero
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