Ayer olvidé comentar un detalle que fue emotivo para mí. El olvido no se debió por nada especial. Simplemente que ayer, tenía muchas cosas que contar.
Hace quince días, como muchos de ustedes saben, falleció Cristina, la hija de José Luis Benlloch.
En aquellos días me hubiera gustado dedicarle una entrada, pero me fue imposible.
Por eso aprovecho la mañana de hoy para destacar el detalle humano que tuvieron Enrique Ponce, Vicente Barrera y Julián López, a los que se sumó ayer, Francisco Rivera Ordóñez.
Como verán, he citado sus nombres de pila y no sus nombres "artísticos", porque quienes brindaron a Cristina, no fueron los toreros, sino los hombres.
Ante todo, debemos ser personas, antes que aficionados. Debemos tener corazón, antes que manifestar odio. Debemos tener educación, antes que incultura.
Y ellos, lo demostraron.
Me sumo a su homenaje y desde aquí me uno al dolor de la familia Benlloch.
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