La historia que les voy a contar, y aunque pudiera parecer sacada de un Cuento de Charles Dickens, es totalmente cierta.
Ocurrió el pasado jueves por la tarde en la Escuela Taurina de Valencia.
Sonó el timbre y uno de los profesores abrió la puerta.
No encontró a nadie. Pero en el suelo había una bolsa con una nota que decía “Para la Escuela Taurina”.
Entonces, cogió la bolsa y en su interior encontró dos muletas, dos ayudas, un estaquillador, una calzona, una camisa, unos tirantes y un colgante con un toro de plata.
¿Quién dejó allí ese presente? ¿Por qué lo dejó allí?
Aquí que cada cual imagine la historia que quiera. Porque la magia que acompaña estos días nos puede permitir pensar cualquier cosa.
Lo cierto es que una persona quiso donar un regalo en Navidad para los chavales que sueñan con ser toreros.
Tal vez, esa persona también soñó con ser torero. Tal vez, esa persona también fue alumno de la Escuela. O tal vez, no.
¿Quién sabe?
Amparo:
ResponderEliminarMuchas veces hemos hablado de lo corrompido que está el mundo de los toros, pero estas son las cosas que nos obligan a no perder la esperanza y nos muestra lo grande que es. Es una historia preciosa.
Feliz Navidad
Tienes razón, Enrique, son esas pequeñas cosas las que nos hacen seguir aquí.
ResponderEliminarFeliz Navidad