Un toro

Con un Pablo Romero

Ayer estuve en Utiel. Pasé un día fantástico, con algo de calor, pero soportable.

Por la mañana hicimos una pequeña excursión al taller del taxidermista Alfredo Pérez, uno de los mejores de España.

Jamás había tenido la suerte de asistir a tan bello espectáculo. Nos explicaron cual es la técnica para conseguir animales naturalizados.

Y pude observar y tocar algunos de ellos. Como el que ven en la fotografía. ¡¡Impresionante!!

De verdad que la experiencia fue fantástica.

El mundo del toro no solo debe ser disfrutar de lo que ocurre en una Plaza de Toros.

Para mi consiste en aprovechar todas las oportunidades que la vida te da para adquirir conocimientos y para vivir experiencias.

Y el día fue completo. Después de la comida, a los toros. A esa Plaza de piedra preciosa pero algo descuidada.

Una clase práctica de la Escuela Taurina de Valencia que registró algo menos de media entrada.

Pero una tarde en la que pude ver de nuevo a Mora, aquel chico que conocí en Requena hace un mes.

Y a Iranzo, aquel hombre que en la Feria de Fallas me invitó a merendar tortas de Requena.

Y a muchos aficionados/as que se desplazaron desde Valencia y con los que compartí algunos minutos.

Pero sobre todo, una tarde que compartí con uno de los míos, el novillero Luca Ruffo.