Ayer estuve en Castellón. Ya les había contado que toreaba uno de los míos, Luca Ruffo.
Toreó y triunfó, cortando dos orejas, uno a cada novillo de Manolo Beltrán. Unos novillos que dieron mucho juego. Si quieren leer las crónicas, ver videos y fotos, pueden pasarse por el blog de Luca.
Pero ayer, por unas horas olvidé mi tristeza. Algunos de los que me conocen ya saben que no estoy atravesando por mi mejor temporada. Otros, lo pueden intuir con mis últimos escritos.
Pero ayer, Luca Ruffo me hizo sentir la "reina" de la Plaza. Cuando cogió la muleta y la montera en su primer novillo, ese castaño ojo de perdiz precioso, se acercó a mi barrera y me hizo levantar de mi asiento.
Me brindó la muerte de ese novillo. Me dijo que me lo brindaba por la ilusión que yo había depositado en esa novillada. Y no se equivocaba.
No puedo expresar con palabras lo que sentí. Fué una sensación única y jamás vivida. Mis manos temblaban. Y casi no podía articular palabra.
Luca me brindó un novillo, el primero de mi vida y en una Plaza de Toros a la que tengo mucho cariño. Esa Plaza coqueta y tranquila, donde se respira el silencio.
Esa Plaza de Toros que encierra las vivencias de grandes toreros con los que pude departir un rato largo, Paco Ramos, torero de Onda y Josele, torero de plata.
Ellos tres, lograron que mi jornada de ayer fuera especial. Ellos tres consiguieron que olvidara por unas horas mi cruda soledad.
Ellos tres devolvieron a mis labios esa sonrisa que desde hace algún tiempo había desaparecido.
Ellos tres y el Rosario de Fátima que me regalaron hace escasos días y que llevaba colgado al cuello.
Ese Rosario que me acompañará siempre que asista a una Plaza de Toros.
amparo , mis felicitaciones por el brindis del novillo y por el novillero.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mora
ResponderEliminarBueno, ya era hora de alguna alegria, primero que nada comparto tu felicidad, en segundo lugar quisiera destacar, que desde hace un tiempo, Castellon, nos esta, sorprendiendo gratamente, en los buenos carteles que prepara y a su vez dando oportunidades a los chavales que empiezan...., de eso, tendria que tomar nota Valencia, ya que ultima mente, pocos carteles remata.
ResponderEliminarBueno, Amparo, de nuevo felicidades por ese brindis.
Me ha echo mucha ilusion, y como te dije en tantas tardes, hay que ser feliz, y compartir.
El niño de la luz
Enhorabuena Amparo. Te lo mereces. Aprovecho para recordar lo que acabo de escribir en tu post de hace unos días: creo que Ivan debería disculparse a De Onda. Estuvo grosero y en todo momento debemos mantener las formas. Nada más. Mis felicitaciones de nuevo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Niño de la Luz. Gracias por compartir conmigo los buenos y los malos momentos. Si, ya era hora de que me pasara algo bueno. Pero no puedo ser tan dura conmigo ni con los demás. Cada día me pasan cosas buenas, una llamada, un mensaje, una sonrisa... El problema es que yo a veces, no se disfrutarlo.
ResponderEliminarAnónimo, también te agradezco tu comentario y tu felicitación. Me lo merezco o no. No lo se. Solo se que a veces, me devuelven el cariño que yo doy. O a veces me viene ese cariño sin darlo yo antes. O doy cariño y no recibo a cambio. No importa. Lo importante es intentar ser feliz y hacer felices a los que nos rodean.
Respecto a lo que me dices de las formas, este blog lo llevo yo, deja que sea yo la que decida si se guardan las formas o no. Tranquilo que en el momento en que vea que se va de madre, pondré orden. Te agradezco tu sugerencia, pero más te lo agradecería, como te he contestado en el otro post, si dijeras quien eres.
ENHORABUENA a Luca por el triunfo y a Amparo por el brindis que le dedicó alguien al que me consta que quiere con locura.
ResponderEliminarA mí, no me echees a pelear con nadie. Si ese hombre, quiere habérselas con Iván, allá él. Es broma. Ya se guardará de embestir de mala manera a cualquiera de los dos, que le voy a hacer un quite de "frente por detrás" que se le van a quitar las ganas de sacar esa media casta que le caracteriza. Aparte la humorada.
ResponderEliminarHas de saber que la primera vez que me brindaron un toro -fué un toro- sentí un gozo interno imposible de describir, sintiéndome como transportado a un mundo etéreo, del que creo que aún no he bajado. Te comprendo.
Tengo una anécdota sobre el tema del brindis:
En una ocasión tuve oportunidad de hacerle una entrevista a una figura del Toreo, de la cual salí satisfechísimo; y por lo que supe al matador también debió de gustarle; se la hice en el Hotal "La Envia" de Roquetas de Mar, sobre las 13.30 de la tarde, formaba parte del cartel de Feria de aquella tarde; yo con mi entrevista grabada, salí loco de alegría para casa distante a unos cien Kilometros, para transcribirla al papel, meter en el ordenador las fotos e inmediatamente pasarla a la publicación que me la había encargado; yo pienso que sí, que era buena; pero no quedó ahí la cosa, pues con la ilusión de la entrevista se me olvidó que tenía que hacer el comentario crítico de la Corrida en la que actuaba el personaje entrevistado; para mayor "inri" sobre las 8 de la tarde recibo una llamada al móvil del mozo de espadas, preguntándome en que lugar de la plaza me encontraba que el matador, tenía gusto de brindarme su primer toro; eso y venirseme el mundo encima fué todo una. Con los años pasan muchas cosas. Este mundo del Toreo, si quitas a los sinverguenzas -son demasiados- es muy entrañable.
Saludos de Yuntero.
Gracias, Iván. Bien lo sabes que lo quiero como a un hijo.
ResponderEliminarY a ti, Yuntero, ¿qué te digo? Que me encanta que hayas encontrado este lugar, que como ya te dije, veo que me comprendes, que me gusta que compartas tus experiencias aquí.
Si, era la primera vez que me brindaban un novillo. Un toro nunca, claro. Siempre había soñado en que ese día llegara. Y llegó. No me lo esperaba, la verdad. Pero cuando vi que Luca se acercaba, que me miró, que me sonrió y que me hizo levantar... algo dentro de mi me dijo. El momento ha llegado, Amparo. Disfrútalo.
Una sensación única e indescriptible. Darme cuenta de que toda la Plaza en esos segundos ha estado pendiente de mi. Esos aplausos. Sujetar la montera los diez minutos de la faena. Uffff, de verdad. Me subió a una nube de la que todavía no he bajado. Y además que cortara una oreja. Y en el segundo toro otra mas. Y que saliera a hombros por la Puerta Grande. Es como la recompensa a tanto esfuerzo. Fue como un regalo caido del cielo.
Por eso, Yuntero, tienes toda la razón del mundo. Por eso, este mundo es así. Entrañable, maravilloso, mágico. Por eso hay que aprovechar esos pequeños momentos. Porque la vida ya se encarga de enviarnos a sinverguenzas que nos la quieren fastidiar.
Ah, que no quería enemistarte con nadie, jeje. Bueno, no hace falta que te lo explique porque veo que tu ya lo comprendes...