Durante el festejo de ayer en La Maestranza de Sevilla, el torero de plata valenciano y tercero de la cuadrilla de José María Manzanares, Luis Blázquez, sufrió una cornada muy fea.
A penas nos dimos cuenta, porque las imágenes de la televisión estaban emitiendo otras tomas.
De repente, vimos a Luis, sujetándose la cara con signos de mucho dolor, sin casi poder ni caminar. Y su matador acudió a auxiliarle.
Fue un visto y no visto, cuando entró a apuntillar al toro, cuando parecía que ya había terminado todo.
Gracias a Dios, todo ha quedado en una cornada de 8 centímetros a la altura de la mandíbula. Pero podría haber sido peor si la trayectoria hubiera ido hacia abajo.
Desde aquí quiero desearle a Luis una rápida y feliz recuperación. Espero que pronto esté de nuevo en los ruedos y que pueda disfrutar de su nuevo retoño.
Los terceros también son toreros y se ponen delante del toro, el caso que nos ocupa no es por desgracia novedoso, varios puntilleros han sido cogidos, también están delante del toro y los platos los rompe quien los friega.
ResponderEliminarHace unos años y precisamente en Sevilla también, fue corneado en el pecho el puntillero de la plaza, el conocido y certero Lebrija. Aquí no se escapa nadie
Ponce y otros igualitos si se escapan. hagan cuentas señores
ResponderEliminarVerdaderamente, José Muñoz Falcón “LEBRIJA”, puntillero de la Maestranza, fue cogido por el pecho, pero no fue en la arena, fue en la manga de toriles al intentar apuntillar un toro devuelto.
ResponderEliminarPero esta el caso de su hermano, que el Domingo de Resurrección del año 1962, al apuntillar un novillo de Diego Garrido en la plaza de Alcalá Guadaira, lo prendió y le dio una cornada que nada pudieron hacer en la enfermería por salvarle la vida.