martes, 13 de octubre de 2009

Hace algún tiempo


Hace algún tiempo, un niño tímido soñaba todas las noches con ser figura del toreo. Vivía solo para y por los toros.

Una mañana, de casualidad, coincidió con un torero que por aquellos entonces, toreaba en las Ferias mas importantes. Se le acercó y le pidió un autógrafo, al tiempo que le decía con ilusión, Maestro, yo también quiero ser torero.

Entonces, aquel torero, cogió un papelito y escribió "Para ..., con el que algún día compartiré paseillo en una Plaza de Toros".

Pasó el tiempo y aquel niño debutó con picadores, se marchó a Andalucía y se apuntó a una Escuela Taurina en la que aprendió a torear.

El destino quiso que una tarde estuviera anunciado en un Festival. ¿A que no saben con quién? Pues si, han acertado, con aquél torero que siendo un niño le firmó un autógrafo en aquel pequeño papel.

Esto no es un cuento. Es una historia real. Algo que ocurrió hace algún tiempo.

Con orgullo puedo decir que conozco a los dos protagonistas de la historia. Historia que conocí el pasado viernes, al finalizar el festejo en la Plaza de Toros de Valencia.

Y que casualidad, aquel torero que toreaba en las Grandes Ferias, acababa de cortar una oreja aquella tarde. Si, no es otro que Vicente Barrera.

Y aquel niño, del que voy a guardar su anonimato, salvo que él quiera decirlo, sigue siendo un chico tímido, al que tuve la suerte de conocer las pasadas Fallas y al que casi a diario "veo" en el Foro.

Y aunque ya no se viste de torero, sigue siendo torero. Y aunque no haga el paseillo, se sigue sintiendo torero.

Y quien sabe si con el tiempo, los dos vuelven a hacer el paseillo juntos en una Plaza de Toros. Y quien sabe si yo estaré allí para verlo. Porque los sueños, a veces, se cumplen.

Discúlpame por haber contado tu historia, pero me pareció una historia tan bella...

5 comentarios:

  1. Yo tuve la suerte al igual que Amparo de ser partícipe de la historia tan bella que nos contó ese otro TORERO.
    Aún tengo el bello de punta al escuchar y reflejar todo lo que nos contaba en aquel momento.
    Cuánta razón tienen cuando dicen que quién ha sido torero, lo será toda la vida.
    Gracias por ¨destaparte¨un poquito ante dos aficionados que disfrutaron muchísimo de tus vivencias taurinas.
    Gracias a Amparo por dejar otra entrada maravillosa y a ¨X¨ gracias por compartirlo.

    IvánCastellón.

    ResponderEliminar
  2. Esta historia se ha repetido varias veces, no por eso deja de ser bonita y anecdotica, pero la anecdotica es la que he leido en
    http://desdeelcallejon.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. El protagonista de esta historia me ha enviado el cartel de aquella tarde. TU te mereces esto y mucho más. ;)

    Claro que si, Iván, los tres nos emocionamos, ¿o no recuerdas los ojos vidriosos de nuestro querido torero cuando compartía sus vivencias con nosotros?

    ResponderEliminar
  4. Durante casi cinco años,concretamente desde el día veinte de Agosto del 1.995,hasta el nueve de Abril del 2.000,me parecio una historia muy bonita.Ahora ,nueve años después,tras la sorpresa de leerlo en este maravilloso blog,y gracias a tí,Amparo,me parece una historia hermosa..

    Sigamos soñando,como bien dices,quien sabe si el destino les vuelve a tener de nuevo juntos en un mismo cartel..

    Gracias una vez más.Un saludo , Andrés.

    ResponderEliminar
  5. Nunca se sabe lo que el destino puede deparar, Andrés. Claro que sí, hay que seguir soñando.
    Un beso

    ResponderEliminar