Anoche falleció el fotógrato José Pineda.
Una muerte repentina.
En silencio y sin despedirse.
Como suelen ser aquellas que no son esperadas.
Lo conocía desde hace poco.
Pero recuerdo aquel día que me regaló una foto de Pablo Hermoso de Mendoza.
Y las veces que me daba ejemplares de la revista Fiesta Taurina.
El pasado mes de noviembre fue la última vez que lo vi.
Coincidimos en uno de los homenajes a Paco Cano en Sueca.
Hacía apenas tres o cuatro días que en su facebook escribió la ilusión que tenía porque empezaban las mascletás.
Y se ha marchado antes de las Fallas.
Y sin cumplir las ilusiones que tenía en mente.
Que injusta es la vida.
Descanse en paz.
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