miércoles, 10 de octubre de 2012

No pudo ser




Ayer se festejaba el día de la Comunidad Valenciana, el dia de todos los valencianos

Y se celebró el último festejo de la temporada en la Plaza de Toros de Valencia.

El día amaneció radiante pero muy caluroso.


Tres toreros rompieron el paseillo, después de escuchar el Himno Regional.

Confieso que yo no lo pude oir, con lo que me gusta y me emociona.

A diferencia del año pasado que sonó durante el paseillo, este año, se escuchó antes de comenzar.

Y yo llegué muy justa a la localidad.

En la tarde de ayer, tenía depositadas muchas ilusiones y esperanzas.

El día parecía que iba a ser perfecto. Sorteo por la mañana, comida y toros.




Tres de los denominados modestos tenían su puesto en esta Feria.

Además tres toreros a los que conozco personalmente y a los que tengo un especial cariño.

Tres brindis muy emotivos.

Víctor M. Blázquez a su esposa Patricia, como siempre encantadora.

José Calvo a Felipe de Luz, a su lado desde sus inicios.

Y David Esteve a los doctores Rafa Roca y Antonio Martín.

Se da la circunstancia de que el Dr. Martín es uno de los mejores traumatólogos de Europa y fue quien operó a mi madre de la espalda en dos ocasiones.


La entrada era más que aceptable y la temperatura se convirtió en agradable.

Pero por desgracia, los cuatro toros reseñados de La Quinta y los dos de Lagunajanda, no dieron el juego que todos esperábamos.

Pese a todo, Víctor M. Blázquez basó su primera faena en la mano izquierda.

José Calvo demostró su arte con el capote y dejó muletazos largos y lentos.

Y David Esteve, recientemente intervenido quirúrgicamente fue quien menos suerte tuvo con su lote.

Así que de un plumazo, todas mis ilusiones se fueron al traste.

Había confiado demasiado en esa tarde. La última tarde de la temporada 2012 en mi Plaza.

Fue tal la rabia e impotencia que sentí, que al abandonar la Plaza lloré.

De repente se acumularon demasiadas emociones.

Y mis lágrimas no pudieron evitar caaer.

Pero los toros son como la vida. Y la vida para la madre de Forrest Gamp es como una caja de bombones. Nunca sabes el que te va a tocar.


PD: Desde aquí quiero mandar un fuerte abrazo a David Fernández "Triguerito", uno de lo mejores amigos de José Calvo quien se recupera en el hospital de una reciente intervención quirúrgica mientras su amigo estaba toreando y no pudo estar presente ayer en la Plaza con su matador. 

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