miércoles, 25 de mayo de 2011

Es esa la afición de...

Siguiendo con la reflexión de la última entrada, hoy recordaré esas tardes en las que los del clavel ni siquiera se acercan a la Plaza que sea.

Aquellas tardes en las que el cemento se ve mas de lo que al Empresario le gustaría.

Aquellas tardes en las que los nombres de los toreros no son conocidos por la inmensa mayoría de los mortales.

Y se enfrentan a ganaderías de las denominadas duras.

Esos días, asisten los de siempre. Esos que normalmente no están de acuerdo con la concesión de las orejas de otros días.

Digo normalmente, aunque como en todo, caben excepciones.

Y pocas veces, la Puerta Grande se abre para estos toreros. Aunque alguna vez, si que cortan alguna oreja.

Y dirán, y esto a que viene. Lo sabrán en la próxima entrada.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario