Que poquito me queda para volverme a enamorar,
para volver a sentir,
para volverme a emocionar.
Cuando el día se haga mas largo,
cuando el calor empiece a apretar.
Allí estaré yo,
esperando a que las flechas vuelvan a dar en mi corazón.
Y de nuevo escucharé Pan y Toros
y observaré el paseillo
y aplaudiré esa verónica
y volveré a sufrir cuando el pitón acaricie la taleguilla
y escucharé el silencio
y vibraré con ese natural.
¡Que ganas tengo de volverme a enamorar!
para volver a sentir,
para volverme a emocionar.
Cuando el día se haga mas largo,
cuando el calor empiece a apretar.
Allí estaré yo,
esperando a que las flechas vuelvan a dar en mi corazón.
Y de nuevo escucharé Pan y Toros
y observaré el paseillo
y aplaudiré esa verónica
y volveré a sufrir cuando el pitón acaricie la taleguilla
y escucharé el silencio
y vibraré con ese natural.
¡Que ganas tengo de volverme a enamorar!
Soñé como el poeta;
ResponderEliminarquién para querer,
usó su verbo de amor;
quién para soñar,
la lira y el verso.
De entre la tierra, la fuerza;
de entre la brisa, el vuelo;
y de entre su hablar callado,
un poema de silencios.
Sármata
p/d A mí, me queda algo más.
Mientras tanto, seguiré soñando.
¿por qué no, cual Zeus enamorado?
Cual Zeus transfigurado en toro, y enamorado dices, buen Sármata.
ResponderEliminarEse Zeus que sobre si, atravesando cordilleras, rios y mares, llevó a Europa hasta rendirla de tanto amarla.
Tanto la amó que se quedó con ella, le dió nombre a la Tierra que le permitió su conquista. Dió el primer paso a la gloria del Toreo, que justo reconocerlo, tanto amamos, sin ser capaces de explicarlo.
Yo que no creo en los mitos del Toreo, he tomado el paralelismo con la Mitología griega para explicarlo.
Estaré equivocado? Dímelo buen Sármata, tú que ya viajas por los toreros cielos y, desde allí, escuchas los relinchos de amor de tus yeguas de Estella.
Si eres curioso, mira en los tendidos, repasa las fotos de tu digital y verás cuantas Europas hay ocupando sus nayas en la plaza.
Un beso para Sármata, y otro para tí Amparo, de
Martita
Sóla y sueños de jazmín sin tarde;
ResponderEliminary sóla, destapada sin aura;
desnuda de cuerpo y alma;
y sin otra huella en esa cama.
Y por llegar, la amanecida fértil.
Sudor rocio de mi frente lirio,
Mojados, los pies; sólo los pies,
sobre el riachuelo, el del arroyo.
Amándote. Buscándote.
Sin sentirme, cubierta de amor,
que yo, sin querer saberlo,
aún espero.
Sarmata
p/d Europa se siente abandonada de Zeus
Bonitos versos, Sármata. Gracias
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