Esta mañana

Voy a contarles lo que he hecho esta mañana. Y me temo que va a ser otro día que me voy a ir por los cachimares.

He madrugado. Dicen que a quien madruga, Dios le ayuda.

He arreglado las plantas de la casa del pueblo y mi tío me ha ayudado a podar los rosales del huerto.

En realidad, ha sido él quien los ha podado. Yo he intentado aprender.

Ya ven, últimamente estoy aprendiendo a hacer muchas cosas que antes hacía mi madre. Pero mientras ella se recupera, he de tomar su testigo hasta que pueda volverlas a hacer.

Luego, mi tío me ha aconsejado que quitara las malas hierbas porque no sirven para nada y lo único que hacen es estorbar.

Y eso es lo que he hecho. Pero ya sin ayuda. Él se había marchado.

Pero una que es de ciudad, no sabe diferenciar las malas hierbas de las buenas.

Y junto a esas malas, también he arrancado hierbabuena. Una planta que me encanta y que siempre que voy al pueblo cojo un ramillete para que la cocina me huela a fresco.

Cuando me he dado cuenta del error, he intentado recuperar las raíces, las he vuelto a plantar, las he vuelto a regar.

Pero cuanto mas intentaba arreglarlas, mas las rompía. Cuanto mas profundas intentada colocarlas, ellas solas, salían.

Es por lo que me he quitado los guantes, he encendido el portátil y aquí estoy contándoselo a ustedes.

Espero que con el tiempo, esas raíces cojan. Espero que con el tiempo, vuelvan a salir esas hojas de hierbabuena, que yo por no saberlo, me he cargado.

Tal vez dentro de un mes. O para la próxima primavera. O tal vez, esas ramas que he arrancado, ya no vuelvan a brotar jamás. No lo sé.

Solo se que el tiempo me lo dirá.

Ah, la foto que ven son las últimas rosas que quedaban en el huerto. Fíjense que casi estamos acabando noviembre y todavia quedaban algunas.