¿Toros o Toreros?

La dicotomía de siempre, la pugna entre los toristas y los toreristas.

Tal vez lo que vaya a contarles hoy para algunos sea una herejía, pero saben que les digo, que piensen lo que quieran. Soy libre para pensar como quiera y sobre todo para expresarlo aquí.

Desde hace algún tiempo veo que cierta parte de los aficionados denominados toristas solo buscan un toro, el que dicen ser el de Madrid. Un toro bien presentado, con unos cuernos prominentes y si pesa mucho, mejor.

En el momento en que por los toriles de Las Ventas no sale un toro de ese tipo, comienzan los pitos.

Al contrario, si asoma el morrillo de un animal de esas características, la ovación es unánime o al menos mayoritaria.

Cuando se desarrolla la corrida, suele ocurrir que el animal no está por la labor, me refiero que a lo precioso que podía tener de estampa se convierte en un manso que no embiste.

Entonces, ¿qué ocurre? Que el torero no puede demostrar o a veces no sabe demostrar su Arte y no comprende al toro.

Yo lo compararía con una bella mujer o un hombre apuesto, todo fachada, que cuando compartes dos palabras con ellos, te tiran para atrás porque en el fondo están vacíos.

¿Es eso lo que quiere la sociedad de hoy en día? A mi me da la impresión de que sí.

Para mi, la Tauromaquia es mas. Un hombre que se enfrenta a un animal, con las solas armas de su capote o su muleta. Que es capaz de parar la embestida del animal, pero que además es capaz de mandar y templar.

Un hombre que conoce al animal, que tiene una simbiosis con él, pero que además es capaz de crear Arte.

No concibo este mundo sin ambos elementos. Sin toro no hay fiesta, pero sin torero, tampoco.

Y es que el mundo de los Toros para algunos está viciado, es un negocio, es una mentira. No les falta razón. Pero yo digo además que eso mismo ocurre en el mundo del fútbol, en el mundo del cine, en el mundo del teatro, en el mundo de la política e incluso hasta en la vida misma.

Pero esto no es nuevo, eso ha ocurrido siempre. ¿Lo podemos cambiar? ¿Creen ustedes que podemos cambiar el mundo?

Sería de ilusos pensar que si. Lo único que podemos hacer es intentar cambiar nuestro día a día, luchar por lo que pensamos que es justo, denunciar las prácticas que pensemos que son irregulares.

Pero sobre todo pienso que debe haber respeto entre aquellos que solo saben vivir para el toro y aquellos que solo saben vivir para el torero.

Sin respeto, no hay convivencia. Y sin respeto no hay unión.