sábado, 5 de diciembre de 2009

Que no tiene na que ver



Ya ven, últimamente ando algo melómana y me da por cantar. Dicen que quien canta su mal espanta. No se, pero hoy me apetecía poner este título de la copla de Las cosas del querer. Que no tiene na que ver, el color y la estatura con las cosas del querer.

Y ahora, se preguntarán, que tendrá que ver La Medalla que le ha entregado Serolo, SL a Enrique Ponce esta mañana en el Hotel Las Arenas y cuya foto pueden ver mas arriba con la copla. Pues ahora lo entenderán. Espero.

Esta semana, por casualidad, me enteré que esta mañana, dentro de los Actos que anualmente organiza Serolo, se le hacía un Homenaje a Enrique Ponce en el Hotel Las Arenas. Mi primera respuesta fue, madre mía, estará a tope, yo no voy. Ya saben que últimamente con tantas conferencias, actos, cenas, premios y demás, ando algo agobiada.

Pero ayer, lo recapacité. No podía "abandonar" a dos amigos que presentaban el acto, Andrés Verdeguer y Carlos Bueno. Hoy ha amanecido un día estupendo, con un sol radiante. El enclave, precioso, un bonito y lujoso Hotel a la orilla del mar. Este fin de semana, puente para algunos, que no para mi, no tenía ningún plan. Así que esta mañana, he ido de "actuación".

La verdad es que lo he pasado genial, me he reencontrado con viejos conocidos. Gracias, Paco por tus consejos y correcciones, que no me molestan para nada, ya lo sabes. Y gracias por leerme. He vuelto a ver a gente del toro que hacía un par de meses que no veía. Y por supuesto, he estado con algunos de mis amigos.

El Acto, muy ameno, muy distraido, muy torero. Realmente, merecía la III Medalla de Oro por ser un figurón del toreo. No, no soy una pelota. Y menos cuando todos o casi todos saben que no es justamente el toreo de Ponce el que me apasiona y puede quedar algo incongruente que yo esta tarde esté hablando así.

Pero por eso he comenzado con la copla, es que no tiene na que ver. No tiene nada que ver que yo en una Plaza de Toros me emocione con otras cosas, con que reconozca su valía. No tiene nada que ver que piense que torea de una manera que a mi no me gusta con que reconozca que es un ser encantador. No tiene nada que ver con que para mi, siempre le vea torear de la misma manera con que reconozca que es un peazo de torero.

Porque los toreros han de serlo dentro de la Plaza y fuera de ella. Y Enrique lo es. Pero además, es una persona de carne y hueso, como ustedes y como yo. Cuando el acto ha finalizado, ha comenzado con su papel de padre. Que lo hemos visto. De verdad, ha sido alucinante. Hemos conocido a su nena, por cierto, es un encanto.

¿Me comprenden ahora? Espero que si.

No hay comentarios:

Publicar un comentario