Exactamente hoy, 3 de octubre de 2016, se cumplen 50 años del acta fundacional de la Peña Taurina la Estocada de la Pobla del Duc.
Medio siglo desde que un grupo de aficionados taurinos
decidieron oficializar una Peña que ya funcionaba desde hacía un tiempo.
Hoy se cumple ese aniversario, aunque se celebró la inauguración de la Peña meses más tarde, el 22 de enero de 1967.
Fue un clamor de gente y las calles rebosaban mucha ilusión. Asistieron toreros, periodistas y gente del toro.
Todo comenzó cuando tres chavales del pueblo, Rafael Campillo
(El Torero), Emilio Abargues (Pelailla) y Francisco Boscá (Manzano) cogieron su
petate y salieron rumbo a Sevilla donde soñaban con ser toreros.
Pasaron penurias y lamentablemente aquel sueño jamás pudo
hacerse realidad, pero tal fue su afición, que años después fueron los
impulsores de la creación de esta Peña.
El nombre de la Peña no fue casual. Decidieron no llevar el
nombre de ningún torero. Eran muchos los que por aquel entonces estaban en boga
de todos. Santiago López y Ricardo de Fabra fueron dos de los nombres que se
barajaron. Más pronto o más tarde, estos toreros se retirarían y querían que la
Peña tuviera continuidad.
A pesar de ello, no solo estos matadores consagrados han
tenido relación con la Peña, sino que a lo largo de los años, han sido muchos
los que han toreado en la Plaza de Toros portátil. Durante dos años fue de madera,
luego de barrotes y más tarde, con la entrada en vigor del nuevo Reglamento,
con callejón.
Fueron varias las ubicaciones de la Plaza de toros. La
primera se instaló en la Plaza del Dr. Gomar, más tarde detrás de la que ahora
es la empresa Marisan, en el Polideportivo, en la Calle del Sol (justo donde
ahora vive José Luis Campillo, el hijo de Rafael), el campo de fútbol y por
último, hasta hace 6 años que fue la última vez que se celebraron festejos en
Plaza, en un solar de la Cooperativa al lado de la Plaza Canut.
Han sido muchos los Festivales Taurinos que se celebraron en
esta localidad de la Vall d’Albaida y además de los citados anteriormente,
también torearon Luis Francisco y Juan Antonio Esplá, José María Manzanares,
Julián García, Armillita, Dámaso González, José Fuentes y muchos más.
Desde los años 90, se dejaron de celebrar los Festivales
Taurinos e intermitentemente eran los alumnos de las Escuelas Taurinas de la
Comunidad Valenciana los que hacían el paseíllo.
Todos los toreros,
banderilleros y aficionados que han pasado por la Pobla, guardan un grato
recuerdo de su paso por allí. Transcurridos tantos años se acuerdan de la uva y el vino
que año tras año, la Peña regalaba a todos los que toreaban y el cariño que recibían de los poblanos. Así me lo han dicho con admiración muchísimos toreros cuando les he contado que soy de la Pobla del Duc..
Hay miles de anécdotas para contar, pero el espacio es
reducido para hacerlo. Pero si que se puede contar que Julián García recibió
una cepa entera de uva Rosetti, que a Ricardo de Fabra le dieron un pan enorme o
la broma que gastó Santiago López a un poblano, Salvador Santosjuanes,
aficionado a la caza, cuando pintó un cerdo de negro haciéndole creer que era
un jabalí.
Tantas y tantas vivencias y recuerdos que solo las “viejas
glorias” recuerdan o sus hijos hemos sabido porque nuestros padres nos las han
contado.
También se celebraron espectáculos cómico taurinos
(Charlotadas entonces) y vinieron La Revoltosa, Los enanos toreros, Herrerito
de Paiporta o la Banda del Empastre.
O incluso los miembros de la Peña se disfrazaban y celebraban sus propios espectáculos, como una parodia del Un, dos, tres o partidos de fútbol.
La Peña también fue la encargada durante muchos años en
organizar las fiestas patronales en cuanto a actos lúdicos se refiere.
Por la Pobla han pasado artistas de la talla de Mª Carmen y sus muñecos, Manolo
Escobar, Los 3 Sudamericanos, Los Mismos, Luis Aguilé, Salomé, Sara Montiel,
Rumba 3, Manolo Otero, Pepote, Manolo de Vega, El Titi, Rosa Morena y muchos
más.
Las cenas de aniversario eran muy especiales y cita ineludible cada año.
Y cualquier momento de reunión, era una fiesta.
La Peña instauró el Premio a la Mejor estocada de la Feria de Julio. Entonces aquella Feria era mucho más importante que la de Fallas.
O también a los chavales que hacían sus pinitos, como a Campillo.
La Peña tuvo su esplendor durante aquellos años dorados cuando la afición era santo y seña de sus socios y cuando organizaban viajes para ver festejos taurinos o ganaderías.
Con el paso del tiempo y cuando su primer y mejor Presidente, Rafael Campillo, falleció, la Peña tuvo un parón.
Fue con la llegada de mi padre, Salvador Gomar, a la
Presidencia en 2005, cuando la Peña revivió. Se inauguraron los Ciclos de
Charlas Taurinas, mucha gente joven se hizo socia, se celebraron clases
prácticas de la Escuela Taurina con Manolo Carrión de Director y Joaquín Mompó (un
enamorado de la Pobla del Duc) de maestro de ceremonias y a las cenas de
aniversario acudieron los toreros valencianos triunfadores de las Ferias, los
alumnos de la Escuela y máximos representantes del mundo del toro.
También los nuevos valores, ya matadores de toros, chiquillos entonces, pasaron por la Pobla, como Román.
Cuando mi padre dejó la Peña por motivos de salud, yo misma formé parte de la Directiva.
Fue tanta mi ilusión que quise seguir la estela de mi padre y tenía muchas ideas para realizar. Pero por circunstancias que no quiero recordar ni vienen al caso hoy, me vi obligada a abandonar la Vice presidencia y con ello la Peña. Pero siempre me quedarán aquellos recuerdos y vivencias como unas de las más bonitas de mi vida.
Tal vez dentro de un tiempo y cuando cambien ciertas circunstancias, decida regresar. Aunque siempre estoy dispuesta a ayudar, a pesar de que algunos no quieran mi ayuda.
Me comprometí a escribir un libro con motivo de esta efeméride, pero lamentablemente mis circunstancias familiares y otros motivos ajenos a mi voluntad, no me lo han permitido. Fue mucha la ilusión que puse y el trabajo que comencé, pero la vida es así.
Lamento no haber podido extenderme más ni hablar con mucha gente, con la que pensaba para escribir el libro, sobre todos toreros que pasaron por la Pobla para que me contaran sus recuerdos. Tal vez dentro de un tiempo...
Fue mi amigo Natalio quien me sugirió escribir algo y como no sé decir que no. me he atrevido a hacer un pequeño resumen de lo que fueron aquellos tiempos felices.
Se lo debía a la que un día fue mi Peña, la de mi pueblo, la Pobla del Duc, donde tengo mis raíces y donde tantos buenos momentos pasé no hace mucho tiempo.
Se lo debía a Natalio y también a mi padre. Creo que le hubiera gustado y por eso:
Va por ti, papá!
PD: Desde aquí quiero agradecer la colaboración de mi gran amigo Campillo por dejarme fotos de su padre y a todos aquellos que me contaron cosas que yo no pude vivir. Moltes gràcies!!
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