No han pasado ni 24 horas desde que tuve conocimiento del fallecimiento del diestro segoviano Víctor Barrio ayer al ser corneado mortalmente por un toro de Los Maños en la Plaza de Toros de Teruel, y todavía estoy sobrecogida.
Parecía que en pleno siglo XXI estas cosas ya no podían ocurrir, porque por graves que sean las cornadas, siempre hay equipos médicos excepcionales que salvan la vida a los toreros.
Pero la cornada de ayer dio justo en el corazón de este joven matador, y según he leído recuerda a la que acabó con la vida del Príncipe de los Toreros, Yiyo. Y ya nada pudieron hacer por él.
No quería ver la cornada, pero esta mañana viendo el encierro la han repetido muchas veces.
Creo que estas imágenes deberían haberse evitado.
No quiero extenderme mas porque sobran las palabras en estos momentos.
Solo quiero manifestar mi dolor a su familia.
DEP, torero
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