¿He perdido la afición?

Esa es la pregunta que me hago muchas veces desde hace un tiempo.

Está a punto de terminar la Feria de San Isidro y no he visto ninguna corrida, salvo el día 19 de mayo cuando confirmó alternativa Román que la vi a trozos en mi tablet en plan "pirata" porque no soy abonada al plus toros.

Ese día Brigitte me invitó a asistir a su casa. Que sitio mejor para ver torear a Román que junto a la persona que creyó en él desde sus inicios, mi buen amigo Michel.

Pero no pude ir. Ese jueves mi madre llegó a casa mas tarde que nunca (maldita casualidad) justo cuando Román ya había comenzado a torear. Y fui con la tablet de mi casa a casa de mi madre para poder verlo.

Pero es que tampoco puedo ir a ver los toros a Saxo, sede de la Peña Pablo Hermoso de Mendoza. El horario es incompatible con mis "obligaciones"

Recuerdo que hace unos años no me perdía ni una sola capea. Este año a las que me han invitado se celebraban en sábado. Imposible asistir.

Me acuerdo de los viajes a Requena, a Utiel, a Chelva para acompañar a los chiquillos de la Escuela de Tauromaquia en sus clases prácticas, siempre por estas fechas. Pues tampoco puedo ir porque también son los sábados.

Ya ni hablamos de las escapaditas que solía hacer de vez en cuando.

Y no puedo ir porque la persona que debería hacerse cargo de la situación, nunca puede sustituirme.

Para poder asistir a algún sitio he de mover Roma con Santiago y llega un momento en que te cansas porque es peor que pedir audiencia al Papa.

Por eso me pregunto si he perdido la afición o mis circunstancias me impiden seguir disfrutándola.

Para no pensar en esta situación, desde hace unos meses me encierro en mi taller y hago manualidades. De hecho habrán visto que en mi blog hay un enlace a mi nuevo blog Crear para no pensar. Es la única manera que tengo para evadirme.

Por eso me ven poco por aquí. 

Pero es que tampoco tengo mucho que contarles.

Siempre decía que ya vendrán tiempos mejores, pero lo único que vienen son peores.

Espero que nos veamos pronto.