lunes, 9 de mayo de 2016

El fin de semana de mi santo

Hacía tiempo que no disfrutaba de un día de mi santo tan especial.

Como hay un dicho en valenciano que dice "de la vespra, la festa" o algo así me suena, pues para mí, los dos días de este fin de semana estuve de celebración.

Y como no podía ser de otra manera, parte de la celebración fue yendo a los toros.



El sábado, a la novillada en Valencia, donde el mejicano Leo Valádez abrió la puerta grande.

Como siempre, les invito a que lean la crónica del periodista, bloggero y amigo, Andrés Verdeguer  en su blog Cornadas para todos aquí

Mucha mas gente en el tendido de lo que esperaba, la verdad. Probablemente más, que algún festejo de Fallas.

Bien por la empresa por recuperar el festejo para celebrar la festividad de la Virgen de los Desamparados. pero mal por no haber puesto ni un ramo de flores como marca la tradición.

Me hizo muchísima ilusión saludar a Paco Picó y estar un ratito de tertulia con él. Siempre es un placer conversar con él.

Cuando sonó Tercio de Quites, le miré y él miró al cielo en recuerdo a su buen amigo Paco Ibáñez, fundador de la Peña Tercio de Quites y amigo de mi padre. Sabía que él siempre le miraba en su barrera del 8.

Y el domingo, día grande en Valencia que amaneció pasado por agua y deslució la Misa y el traslado de la Geperudeta, yo puse rumbo a la bella localidad de la Vall d'Albaida, Bocairent.

Me encanta este pueblo empedrado. Me embelesa esa placita tallada en roca. Me gusta hablar allí el valenciano porque me recuerda al de mi pueblo.

Allí nos encontramos también con lluvia. Fui un chirimiri pero en algunos momentos molestaba. Afortunadamente a la hora del festejo amainó, aunque alguna gotita se dejó caer.


Dos toreros valencianos de proyección, Alberto Gómez y Román, junto al mejicano El Payo se daban cita a las 6 de la tarde ante el ganado de Soto de la Fuente, toros que si bien estaban bien presentados para una plaza de 3ª, perdieron las fuerzas muy pronto.

Cada uno de ellos paseó una oreja ante el respetable. 

Muy poca gente había ayer en la plaza de toros de Bocairent. Tal vez las cámaras de Castilla La Macha, quizás el mal tiempo, posiblemente la festividad de  la Virgen de los Desamparados o los eventos deportivos de la tarde, hizo que mucha gente se quedara en su casa. Una lástima.

La tarde, a pesar de todo, fue entretenida y salimos todos tan contentos.

Y yo llegué a casa muy feliz.

El día que pasé en Bocairent, la compañía con buenos amigos de la que disfruté todo el día, el cariño que me demostró la gente con la que me encontré hizo que el día de ayer, el día de mi santo, lo recuerde como uno de los mejores de los últimos años.

Muchas gracias a tod@s y hasta la próxima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario