Estoy como la imagen que ilustra la entrada de hoy.
Con muchas dudas e incertidumbres.
Parece que se ha orquestado una campaña mediática en contra de los toros tras las pasadas (casi hace dos meses) elecciones locales.
Tras los pactos, triquiñuelas y demás que todos ustedes conocen, han llegado al poder de los Ayuntamientos, alcaldes y concejales que quieren prohibir los toros.
Ya me he perdido con la cantidad de noticias en todos los medios acerca de este tema.
Y aquí cada uno, hace de su capa un sayo.
Se confunden términos y se mezclan Administraciones Públicas.
Y va todo el mundo perdido.
Y no quería escribir sobre política. Y no lo voy a hacer.
Simplemente diré que veo el panorama muy negro.
A pesar de que esta mañana el nuevo diputado de Asuntos taurinos, el alcalde de Faura, Toni Gaspar ha dicho en la radio que podemos estar tranquilos.
Mi madre, que está todo el día pegada al transistor, me ha informado cumplidamente.
Y de repente entramos en la semana en la que se celebrará la Feria de San Jaime en Valencia.
¡¡Ay si mi abuela levantara la cabeza!!
Ella que me contaba sus Ferias y sus meriendas. Y sus vestidos que estrenaba cada noche.
La Feria mas corta que he conocido jamás.
Una Feria irreconocible y sin interés alguno.
Un simple trámite.
Con horarios intempestivos.
Sin ir más lejos no tengo más remedio que prescindir del primer festejo nocturno.
Porque afortunadamente una trabaja y le suena el despertador a las 6 de la mañana.
La verdad es que ni tuve tiempo ni me apetecía comentar los carteles cuando vieron la luz.
Solo diré que es la primera vez en mi vida que ir a los toros se me va a hacer muy cuesta arriba.
¿Será el calor? ¿Será la desgana? ¿Serán los carteles?
¿Qué será?
Y que hacen los taurinos? Los taurinos se quedan en casa. La peñas no hacen nada porque es verano. Los taurinos, los seres menos politicos del mundo.
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