No fue el 30 N, sino el 7 D.
Con buen criterio se aplazó una semana como consecuencia de la meteorología que es a veces inoportuna y de hecho cayó una buena en Foios durante el pasado fin de semana.
Ayer fue domingo, un día festivo entre otros dos. La Constitución y la Inmaculada.
Pero eso no fue impedimento para que la Plaza de Toros portátil de Foios, pusiera el cartel de "No hay billetes".
Salió un día radiante y espectacular, incluso con calor para los que estuvimos en sol, porque el tiempo anunciaba frío, mucho frío y nos abrigamos.
Nada iba a presagiar tan excelente temperatura pues la víspera fue muy gélida.
Al grano.
El ambiente fue increíble para el mes de diciembre.
Multitud de aficionados hambrientos de toros nos dimos cita desde mas de una hora antes de que diera comienzo el festejo en los aledaños de la Plaza.
Gente venida de toda la Comunidad Valenciana, incluso de fuera de ella tuve el privilegio de saludar.
Los toreros llegaron en calesa a la Plaza y tras el paseillo se dio la vuelta al ruedo a la Virgen del Patrocinio, patrona de Foios.
Algo inusual en España pero con mucha tradición en algunas plazas de Sudamérica.
Dio comienzo el espectáculo con la alternativa de Rafael de Foios.
Debió ser muy emocionante para él tomarla de manos de un paisano suyo y además, en su casa.
El recién doctorado dejó una muy buena impresión. Para nada parecía que llevaba una década sin vestirse de luces.
Fueron ilusionantes sus naturales y su toreo vertical.
Su segundo toro fue premiado con una vuelta al ruedo.
Vicente Ruiz "El Soro", tras su reaparición, volvía a torear. Esta vez en su pueblo cuyo nombre ha llevado por todos los lugares del mundo.
La entrega, el pundonor y las ganas fue lo que enseñó Vicente.
Tuvo dos detalles preciosos en el tercio de banderillas.
En el primero compartió palos con Raúl Martí y Rafael de Foios, los tres nacidos en esta localidad de L'Horta.
Y en el segundo toro, entregó las banderillas a José Manuel Montoliu, hijo de su gran amigo.
Y Vicente Barrera, que llevaba retirado desde 2011, volvió a vestirse de luces para festejar el vigésimo aniversario de su alternativa.
Parecía que el tiempo se había parado y no se notaron estos tres años de inactividad.
Toreó el Barrera de siempre, fiel a su estilo, con esa elegancia que le caracteriza.
Capote a pies juntos, estatuarios, circulares, naturales.
Al dar muerte a su segundo toro, que fue el quinto de la corrida, Vicente Yesteras se cortó la coleta.
Este torero de plata formó parte de su cuadrilla en sus inicios.
Las orejas, dadas y regaladas fue lo de menos.
La cuestión es que pasamos una mañana entretenida, muy torera y muy valenciana.
Los tres junto al mayoral, salieron a hombros por la Puerta Grande.
Y todos tan felices.
Solo un detalle que quizá pasó desapercibido para algunos fue que Jesús Duque, a quien Vicente Barrera apoderó en su última época de novillero, fue quien lo sacó a hombros.
Me consta que estaba muy emocionado.
Y con esta melodía, ahora si que damos por finalizada la temporada 2014.
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