Cuando un amigo se va

Foto Sonia Pareja

Eran las 10 de la mañana cuando he visto un mensaje en mi móvil. Tama ha muerto.

Desde ese momento me he quedado paralizada.

Sabía del ingreso hospitalario de Enrique Tamajón y no había día durante la Feria que no me acordara de él.

Mi amiga Sonia me informaba puntualmente de su estado.

Hoy tenía previsto contarles como había sido mi Feria y quería finalizar dando mis ánimos a Enrique.

Pero los acontecimientos se han desbordado y ya no tiene sentido que escriba esa entrada.

La marcha de Enrique deja un gran vacío en mi corazón.

Los que lo conocían saben como era. Siempre animoso, tranquilo, ecuánime, amigo.

Siempre tenía palabras de aliento hacia mi cuando me veía decaída.

Sus brazos siempre estaban abiertos para abrazarme.

Su hombro siempre estaba ahí para que pudiera llorar.

El pasado año sufrió un grave percance del que se recuperó.

Durante aquellas Fallas fui junto a mi padre expresamente al Raim para saludarle.

Él siempre me decía, tu padre estará cabreado, no?

También era un gran aficionado al fútbol.

La última vez que lo vi fue justamente en el entierro de mi padre.

Jamás lo olvidaré.

En estos momentos es difícil dar aliento a alguien que ha estado con él tantos años.

Recién casados, recientemente abuelos.

Mª José, sabes que hemos "discutido" muchas veces, pero también sabes que me han emocionado mucho tus palabras. Ese abrazo en el tanatorio y el llanto en el que me vi inmersa lo tengo guardado en mi corazón.

Ha sido un duro golpe perder a Enrique.

La vida es muy jodida, ¿saben?

No hace ni cuatro meses que perdí a mi padre y hoy he perdido a mi "padre taurino".

Se que estarán juntos y se tomarán esos vinitos a mi salud y se que desde allá donde estén me mandarán toda la fuerza del mundo para tirar p'alante.

Te quiero, Enrique.