miércoles, 18 de abril de 2012
Todavía no me lo creo
Lo que me ha ocurrido esta mañana bien podría ser el guión para una película de investigación, intriga o aventuras.
Por supuesto, con final feliz.
No sé por donde empezar.
Mejor será que comience por el principio.
Hace unos días, me llegó el rumor de que José Miguel Arroyo "Joselito" estaría hoy miércoles 18 en Valencia presentando su reciente libro.
Pregunté y nadie me supo decir más.
El viernes pasado recibí un mensaje que me decía que la presentación sería, probablemente por la tarde, en un Hotel céntrico.
Ayer, volví a indagar y nadie pudo darme más detalles de los que ya sabía.
Esta mañana, a las once y diez minutos, recibo otro mensaje informándome de que esa presentación iba a ser esta misma mañana, pero se desconocía la hora.
Da la casualidad de que justo hoy, debía hacer unos recados por el centro de la ciudad, así que me he acercado al reconocido Hotel.
Pero antes, he vuelto a preguntar si era correcta esa información.
Solo me han dicho que Joselito estaría en ese Hotel.
No me pregunten, porque no sé nada más.
He llegado allí un poco más tarde del mediodía y me lo he encontrado en la cafetería.
Yo había salido de casa con el libro "Joselito, el verdadero" dentro de mi bolso.
Y le he pedido que me lo dedicara.
He estado conversando con él unos minutos.
Pero la ilusión más grande que he tenido ha sido cuando le he saludado y él me ha correspondido con una sonrisa como si me conociera de toda la vida.
Hace un par de años, tuve la suerte de encontrármelo en la inauguración de un Curso de Derecho Taurino al que asistí en el Colegio de Abogados de Madrid.
En el almuerzo de aquella jornada, me acerqué a él y estuvimos hablando un rato.
Y hoy, después de ese saludo, me ha dicho que me recordaba.
Incluso recordaba la espinita clavada que tenía con él desde hace años, cuando me negó el saludo al salir de la Catedral, en la boda de Enrique Ponce.
Por supuesto que esa espinita está más que curada. Y con creces.
Quiero agradecer a los "duendes" que me han ayudado para que pudiera saludar al Maestro.
¿Todo esto ha sido un sueño?
Pues no quiero despertar.
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Amparo:
ResponderEliminarPues no despiertes.
Un saludo
Claro, Enrique. Hay que seguir soñando.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Ves como estas cosas solo te las puede brindar el toreo? . . . Y te lo querías perder.
ResponderEliminarUf, Daniel. Tenías que haberme visto lo emocionada que estaba... Y una emoción parecida o superior viviré (d.m) el próximo domingo en la Joya Levantina. Ya sabes que llevo días, contando las horas.
ResponderEliminarNos vemos ya!!