Fin de Feria. En realidad, Fin de dos Ferias, la de Valencia y la de Castellón. Este año el calendario ha querido que coincidan en sus días grandes.Y tuve que subir a Castellón para ver cortar un rabo en una Plaza de Toros como Dios manda, de Segunda, pero como Dios manda, porque los que he visto en Festivales o en la Plaza de mi pueblo, no cuentan.
Me gusta la Plaza de Toros de Castellón. Es pequeña, coqueta y encantadora. Se respira buen ambiente. La banda suena fenomenal, a pesar de que el Pan y Toros del paseillo había que adivinarlo.
Y vi a Miguel Ángel Perera torear. Me privaron de verlo en Valencia, por culpa de la empresa o por culpa del matador, no lo se. O en realidad, no lo quiero saber. Pero yo lo vi. Y lo disfruté. En su primer toro se ganó la Puerta Grande y a pesar de ello, en el segundo, salió a por todas, como si se fuera su vida en ello. Y lo que yo digo, toreó un toro por cada una de las dos Ferias. ¿Qué fue excesivo? Que mas da. La cuestión es que lo vi.
Y en Castellón también compré un bolso con forma de capote, con su esclavina y todo. Y vi un libro que busqué como loca en Valencia. Así que, para todo aquello que no encuentre en Valencia, tendré que ir a la capital de La Plana a buscarlo. Seguro que allí lo encuentro. Porque en Castellón me topé con el triunfo de Perera.
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