domingo, 11 de septiembre de 2016

Cabestrero



¿Y ahora como les explico lo que sentí ayer en Utiel?

Todavía estoy en un sueño del que no quiero despertar.

Ayer Román me brindó su segundo toro, Cabestrero de nombre, en la Plaza de Toros de Utiel. En esa Plaza que tanto me gusta.

No era la primera que vez que recibía un brindis. La primera vez fue en Castellón y fue Luca Ruffo quien me lo brindó.

Que cosas, gracias a Luca conocí a Román. En su primera etapa en la Escuela Taurina de Valencia, cuando Román era un crío, eran inseparables. Tengo tantos recuerdos de aquellos años, que no sabría por donde empezar.

Lo de ayer fue un sueño hecho realidad.

No he pasado un buen verano, mas bien diría que ha sido uno de los peores veranos de mi vida.

Y Román lo sabía.

Cuando le dijo a su cuadrilla que retirase el toro y le vi caminar lentamente hacia mi con esa sonrisa que le caracteriza y escuché mi nombre, sentí un escalofrío que recorrió mi cuerpo. Temblé. Me emocioné. Casi hasta lloré.

No dejó de sonreír ni un solo momento ni yo tampoco.

Rezaba para que triunfara y así sucedió. Cortó una oreja de su segundo y dos en el primero de su lote.

Me acordé de ellos una vez más. De Michel y de mi padre. Seguro que estaban brincando de felicidad al verme feliz a mi.

No tengo palabras para agradecerle el brindis. No me salen.

Él sabía que yo no estaba pasando un buen momento y él quiso devolverme mi sonrisa una vez mas.

Jamás olvidaré ese momento. Jamás.

Y cuando tenga bajón, volveré a recordarlo una y otra vez.

Millones de gracias Román!!!!!!!!!!

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