Hoy ha sido un día de esos que de repente te vienen imágenes del pasado.
He estado buscando unas fotos de hace unos cuantos años por razones que no vienen a cuento.
Mientras encontraba lo que andaba buscando, han aparecido algunas instantáneas.
Y la mente que funciona a veces demasiado rápido, me ha transportado a aquellos momentos.
Capeas, cenas, viajes y eventos han vuelto a mi recuerdo.
La sensación ha sido muy buena.
Nada de tristeza ni de pena ni de nostalgia ni de malos recuerdos.
Todo lo contrario.
Era una época en la que viví muy rápido, en la que aprovechaba y disfrutaba de cada oportunidad que se me presentaba.
Yo era algo inconsciente en aquel tiempo. Lo reconozco.
Ponerme delante de una becerra fue una locura.
Pero esa sensación de adrenalina nadie me la quita.
Ahora disfruto de las pequeñas cosas de otra manera, más pausada.
Tal vez las circunstancias familiares y económicas hacen que seleccione los sitios a los que puedo ir.
A veces no es por falta de ganas.
No puedo decir que aquellos tiempos fueron mejores que estos.
Porque cada cosa, tiene su tiempo.
Pero a mi, que me quiten lo bailao.
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