lunes, 10 de octubre de 2011

9 de octubre de 2011

Ayer fue el día de la Comunidad Valenciana.

Por la mañana en el Salón de Cortes de la Generalitat Valenciana se hizo entrega de los galardones que anualmente entrega el Gobierno Valenciano a distintas personas y entidades de la sociedad valenciana en varias disciplinas.

Entre los premiados, dos personas del mundo del toro.

En el ámbito cultural, se reconoció al entrañable Paco Cano, Canito que a sus casi 99 años sigue con su cámara colgada al cuello, cubriendo la casi mayoría de las Ferias Taurinas.

Y a Vicente Barrera se le hizo entrega de la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana como reconocimiento a su contribución a la pervivencia y disfrute de la Fiesta de los Toros, según reza el Decreto 147/2011 de 7 de octubre, del Consell y de la Gran Cruz de la Orden de Jaume I el Conqueridor, de acuerdo con el Decreto 147/2011 de 7 de octubre, del Consell.

Estos son dos de los mas altos galardones que un valenciano puede recibir. Y para mi, como valenciana, es un orgullo que lo haya recibido mi torero.


Y por la tarde, en el Coso de la Calle Xátiva, se celebraba el segundo de los festejos que anualmente, con la excepción de la pasada temporada por las obras, se celebran para festejar el día de la Comunidad Valenciana.

Lo único que me emocionó de la tarde, y bien podría decir de las dos tardes fue escuchar y cantar el Himno Regional tras el paseíllo. Con las dos Senyeras en el centro del ruedo.

Porque de lo que ocurrió en el ruedo, poco puedo decir. Tan solo los detalles de Iván Fandiño a su primer toro.

Confieso que estaba ilusionada con esa tarde. Confiaba en que íbamos a disfrutar. Pero lamentablemente, me equivoqué.

Con el festejo de ayer, se termina la temporada en mi Plaza.

Una temporada muy rara para mi.

Una temporada triste en la que Vicente Barrera decía adiós a su Plaza.

Una temporada en la que, como siempre, he visto las injusticias que se han cometido.

Una temporada marcada por el regreso de José Tomás a los ruedos.

Una temporada que me cuesta despedir, a pesar de todo.

Me da pena no haber disfrutado mas. Me da pena haber dejado escapar momentos. Me da pena muchas cosas.

Pero ayer, al salir de la Plaza, salí con una sonrisa.

Porque pensé que, si Dios quiere, el próximo mes de marzo, volveré a sentarme en el tendido.

Y esperaré con ilusión a que ese día llegue.

Porque llegará.

Y volveré a disfrutar de esos momentos por los que vale la pena seguir siendo aficionada.

Así que, hasta el año que viene, mi Plaza querida.

2 comentarios:

  1. Me alegro por la primera noticia, imagino que debio de ser un dia especial.
    Que no te entristezcan los momentos que has dejado escapar, simplemente preocupate de que no se te escapen todos los que esten por llegar, que seran muchos y mejores.

    Un beso.
    Alhamar.

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  2. Gracias Alhamar. Asi lo espero. Ya ves, esta temporada no he sabido lancear al viento ni citar de frente. Pero soy una torera, ¿recuerdas? Y sigo luchando contra las cornadas que da la vida. Y lo que venga sera mejor, seguro.
    Un beso

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