martes, 1 de marzo de 2016

Estamos de vuelta


El 18 de octubre del año pasado fue el último día que abrí mi blog.

Desde entonces, mi vida ha vuelto a dar un giro radical, por desgracia no para bien.

Afortunadamente las cosas parecen que poco a poco vuelven a una relativa normalidad, es por lo que hoy estoy aquí.

Tenía esta entrada en mi cabeza desde hace unos cuantos días, pero hoy me he decidido a sentarme delante del ordenador y hablarles.

El mes de noviembre me dediqué momentos para mí. Los necesitaba desde hacía mucho tiempo.

El mes de diciembre, la situación familiar comenzó a complicarse. El estado de salud de mi madre empeoró y pasamos las Navidades en el hospital.

Es por eso que no tuve ganas de preparar mi felicitación taurino-navideña de todos los años y seguramente alguno de ustedes la echó de menos.

Empezamos este 2016 en casa, pero con algunos cambios importantes. Desde entonces mi madre ha de ir 3 veces por semana al hospital para someterse a la diálisis,

Entonces yo empecé a encerrarme en mí misma. Días que era imposible acudir a los eventos por coincidencia horaria y días que sinceramente mi cuerpo no quería moverse de casa.

Me he perdido muchas charlas, entregas de premios, presentaciones de libros y festivales. Citas que hace un tiempo eran sagradas para mí.

Solo asistí el pasado 12 de febrero a la presentación de la Asociación de Aficionados Prácticos de Valencia que tuvo lugar en Tinto y Oro, un sitio que me fascina y donde tanta buena gente encuentro siempre que voy.

El padrino de la Asociación es Jesús Duque, quien asistió junto a Sergio Pérez, torero de plata de su cuadrilla que fue profesor de la Asociación desde su creación.

Ese día le pasó el testigo a José Calvo, quien ha cambiado el oro por la plata, algo que todavía me cuesta de asimilar.

Además se rindió un homenaje a Valentín Arenas ya recuperado de su cogida.

"Reapareció" en escena mi buen amigo Paco Haro, después del desagradable percance que sufrió hace poco.

Fue Andrés Verdeguer quien me invitó a asistir y quien me convenció para ir.

Con todos estos ingredientes era imposible decir que no.

Volví a casa cargada de energía positiva y me sentó de maravilla encontrarme con algunos de mis amigos taurinos.

Espero que mi blog siga teniendo continuidad porque quiero volver a retomar aquello que durante un tiempo fue mi vía de escape.

Durante estos meses, sin embargo, he conseguido abrir otras vías que nada tienen que ver con los toros y que llenan mi tiempo.

Espero poder compaginarlo todo. Espero.

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