lunes, 29 de diciembre de 2014

Hasta nunca 2014


Hace un año por estas fechas, despedía el 2013 como un año nefasto. Hoy, despido el 2014 como un año terrible.

Acabo de repasar las entradas escritas este año. Veintiuna. Veintidós con la de hoy.

Con los dedos de una mano puedo contar los eventos a los que he asistido este año. En enero, al tentadero de la Federación Taurina Valenciana en el Cortijo Los Rosales. En febrero al Certamen "Si lo sueñas es posible" organizado por los hermanos Fernando y Javier López de Cortijoloyvi. En agosto al coloquio en la Pobla del Duc a la que asistió Vicente Ruiz "El Soro". Y en noviembre al Encuentro de Peñas Taurinas en Bocairent. Aún me ha sobrado un dedo.

Y con los dedos de la otra mano, cuento los festejos. Las festejos celebrados en la Plaza de Toros de Valencia, el de Xátiva y Requena en agosto, Algemesí en septiembre y el de Foios en diciembre.

Y pare usted de contar.

Hoy tengo el día torcido y cuando me salen días así, es cuando saco de mis entrañas mis sentimientos, por eso estoy ahora delante del teclado porque quiero despedir este año como se merece.

Por supuesto que recuerdo a mi padre que nos dejó una vez finalizada la Feria de Fallas, pero otra persona a la que quería mucho, también nos dejaba al terminar la Feria de Julio, mi amigo Enrique Tamajón al que echo mucho de menos.

Esto era más importante que contarles lo que fueron dichas Ferias.

Y ahora, pasados ya unos meses, les puedo asegurar, que poco recuerdo de aquellos días.

Solo me viene a la memoria la triunfal alternativa de Jesús Duque el mismo día en que Enrique Ponce sufrió una cornada y sus salidas por la Puerta Grande.

También me acuerdo del éxito cosechado por Román en Las Ventas que repitió actuación días después y que pude compartir con Michel y Brigitte.

La alternativa en Nimes de Román, la seguí por twitter y por whatsaap.

El triunfo de Rafaelillo en julio a un toro de Cuadri.

La vuelta a los ruedos de Vicente Ruiz "El Soro".

El mano a mano entre Jesús Duque y Román en Requena cargado de emociones.

Y la Corrida histórica en Foios de la que les hablé hace muy poco.

Pero si me preguntan algo más, no les se contestar.

2014 ha sido un año para olvidar, aunque me quedo con las pocas cosas buenas que he vivido.

2015 me da buenas vibraciones.

Se seguro que algo bueno pasará y que volveré a sentir y emocionarme.

No hay mal que 100 años dure.

Y mi mala racha ya está llegando a su fin.

¡Feliz 2015!

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