sábado, 30 de enero de 2010

Mis figuras

Que conste en primer lugar, para que luego no hayan malentendidos, que yo respeto a todos los toreros, porque solamente por el hecho de salir al ruedo y jugarse la vida cada tarde, merecen todos mis respetos.

Pero para mi, los auténticos figuras, no son aquellos que lo son para la mayoría. Y les voy a explicar porque.

Mis figuras van al campo, pero van a coger naranjas. Mis figuras trabajan en el ladrillo, pero poniéndolos con cemento en la pared. Mis figuras van al mercado, pero no a comprar “delicatessen”, sino para vendérselos a otros. Y mis figuras esperan cada día una llamada que pocas veces se produce.

Y si, es muy fácil ser del Real Madrid o del Barça, lo difícil es ser del Getafe o del Alcoiano. Pero a mi me gusta defender y apoyar al modesto. Me gustan los retos difíciles. ¿Y saben qué? Que me siento muy orgullosa de ello.

Los figuras que lo son para la mayoría, tienen sus propios seguidores, con excepciones como en todo, claro está, pero son aquellos que acuden a la plaza, con el clavel en la solapa y se sientan en sus asientos de sombra, solamente cuando ellos torean. Y si les preguntas por mis figuras, a veces no saben ni quienes son. ¿Y saben por qué? Porque jamás han ido a verles torear, jamás les han dado esa oportunidad.

Y lo sé, porque cuando asisto a la Plaza, veo eso sitios vacíos. Y me da mucho coraje.

Pero mis figuras son tan toreros como los otros. Se enfundan el vestido de torear cada tarde que salen al ruedo, rezan en la capilla y se enfrentan a verdaderos toros. Y para mi tienen mas mérito.

Porque mientras los figuras torean 60, 70 o 90 corridas al año, mis figuras se pasan toda la temporada entrenando, mientras sus obligaciones laborales se lo permite, porque no pueden vivir del toro, esperando a que el empresario de su tierra se acuerde de ellos para torear un festejo al año, o dos a lo sumo. Y mantienen la ilusión porque en una Plaza de tercera les han llamado para torear un Festival, para torear aquello que otros rechazan.

Y yo, y unos cuantos románticos como yo, esperamos a que llegue ese día, mantemos la esperanza en que ese día ocurrirá algo para recordar por siempre, algo que guardaremos en nuestra retina y nuestro corazón.

Y si, mis figuras son estos, los modestos, aquellos que luchan por abrirse un hueco en este mundo, aquellos que recogen las migajas que otros rechazan. Porque yo también soy una modesta y por eso me siento identificada con ellos.

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