jueves, 27 de septiembre de 2012

Buena cantera

En términos futbolísticos nos referimos a la cantera cuando hablamos de los jugadores que militan en categorías inferiores dentro de un mismo equipo.

Aquellos deportistas que comienzan desde bien pequeños a entrenarse y jugar partidos soñando algún día pertenecer al primer equipo.

Haciendo un símil en el mundo taurino, podríamos hablar de los alumnos de las Escuelas Taurinas.

Pues bien, el lunes pasado, asistí a una novillada sin picadores en Algemesí.

Ya les conté que pensaba desplazarme alguna tarde a esta singular plaza.

Todavía recuerdo lo vivido y lo sentido esa tarde, a pesar de que han transcurrido unos días.

Eso es síntoma de que algo bueno ocurrió.


Jorge Expósito, fue profeta en su tierra y después de brindar la muerte del segundo novillo a su madre, hizo una faena colosal.

Empezó recibiendo a Porta Gayola y continuó con estatuarios, quieto y con las zapatillas clavadas en la arena. Le conté al menos diez..

Dio bellos muletazos y demostró su firmeza en el ruedo ante un excelente novillo, al que yo le hubiera dado una vuelta al ruedo.


Aitor Darío "El Gallo" no quiso quedarse atrás y recibió a su segundo de la misma manera.

Basó su faena sobre la mano izquierda y dejó su sello clásico.

Al entrar a matar, recibió un feo golpe y quedó tendido en el suelo, inconsciente. Pasó por la enfermería, pero su pundonor y sus agallas hicieron que saliera de nuevo a la plaza para estoquear al novillo, sin chaquetilla y magullado.



Tal vez fueron las musas, los duendes, la suerte o la casualidad.

O quizá el esfuerzo, el entrenamiento o las ganas de los chavales para demostrar lo mejor de si mismos.

La cuestión es que yo abandoné la plaza muy feliz y contenta por la tarde y con ganas de seguir soñando.

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